Introducción
El objetivo de este episodio, grabado con Paula Bañuelos Herrán en directo durante el IAEducativa Day del 9 de mayo en Valencia, es concienciar a docentes y familias sobre la necesidad de integrar el desarrollo emocional autoconocimiento, regulación emocional y acompañamiento consciente como base imprescindible para educar en un entorno cada vez más digitalizado.
Es conversación ha sido mediada por nuestro compañero Javier Prada Oliva y en ella se han tratado temas muy importantes relacionados con las emociones, sentimientos y cómo estos nos afectan en un mundo cada vez más hiperconectado y estresante.
Sin más, puede escuchar todo el episodio completo aquí:
Acceso al VideoPoscat en Youtube
Acceso al podcast en Ivoox
Acceso al podcast en Spotify
Desarrollo
- Introducción: En un momento histórico donde la inteligencia artificial está transformando la forma en que enseñamos, trabajamos y nos relacionamos, es más urgente que nunca detenernos a mirarnos hacia adentro. Porque no basta con saber manejar nuevas tecnologías: necesitamos saber manejarnos a nosotros mismos para sentirnos bien.
- Desarrollo:1. Autoconocimiento: no podemos acompañar a otros si no comprendemos nuestras propias emociones, creencias y reacciones. Conocerse no es una opción, es el punto de partida de cualquier acción educativa consciente.
- 2. Regulación emocional: la diferencia entre reaccionar y responder está en nuestra capacidad de gestionar lo que sentimos. Un docente o una madre/padre que no se regula emocionalmente, acaba educando desde el impulso y no desde la intención.
- 3. Acompañamiento al menor: el bienestar emocional de los niños y adolescentes no se construye con discursos ni con tecnología, sino con presencia. Estar disponibles, emocionalmente conectados y conscientes de su mundo interior es lo que marca la diferencia.
Conclusión y cierre:
Desde esta base, pretendo dar una mirada profunda a cómo la inteligencia artificial puede convivir con la educación emocional, sin sustituirla ni diluirla. Porque antes de enseñar a hacer, necesitamos enseñar a ser, y solo desde ahí será posible construir un futuro educativo en el que el desarrollo tecnológico no supere al desarrollo emocional.