Contexto
En el siguiente artículo, nuestro compañero Xavier Ferrer i Serra nos lleva a reflexionar sobre el impacto de la Creatividad Artificial en la educación.
El uso de la inteligencia artificial generativa ha introducido nuevas dimensiones en el campo de la creatividad y su aplicación en la educación como motor de habilidades blandas esenciales en el mundo laboral contemporáneo. Sin embargo, también ha suscitado nuevas preguntas y preocupaciones. Este artículo tiene como objetivo explorar los beneficios y riesgos de integrar la IA en el proceso educativo, enfocándose especialmente en su capacidad para apoyar la creatividad estudiantil y en los desafíos éticos relacionados con la confianza, la identidad creativa y el desarrollo de habilidades críticas.
Para escuchar el capitulo al completo, aquí puedes hacerlo:
Acceso al VideoPoscat en Youtube
Acceso al podcast en Ivoox
Acceso al podcast en Spotify
Introducción
El cultivo de la creatividad se ha convertido en un elemento clave para la educación del futuro, según diversos organismos internacionales como la UNESCO y el Foro Económico Mundial (FEM). La UNESCO ha señalado que la creatividad es una competencia esencial para el siglo XXI, y aboga por su inclusión en los sistemas educativos para fomentar la innovación y el desarrollo sostenible. Por su parte, el FEM, en su informe sobre el Futuro del Trabajo (2020), destaca que la creatividad, junto con el pensamiento crítico y la resolución de problemas complejos, será una de las habilidades más demandadas en los próximos años. Estas cifras reflejan la importancia de preparar a los estudiantes no solo para tareas técnicas, sino también para roles que requieran creatividad y capacidad de innovación, cualidades que serán cada vez más valoradas en un mundo automatizado.
Con el avance de la inteligencia artificial (IA), en particular las tecnologías generativas como los grandes modelos de lenguaje (LLMs), ha surgido el concepto de “creatividad artificial” (CA). La creatividad artificial se refiere a la capacidad de los sistemas de IA para generar contenido novedoso y original, como imágenes, música, textos y otros tipos de arte, que imitan o complementan la creatividad humana. A diferencia de la creatividad humana, que está basada en experiencias, emociones y procesos subjetivos, la creatividad artificial utiliza algoritmos para analizar grandes cantidades de datos y producir resultados que siguen patrones específicos.
Este artículo explora las oportunidades y los desafíos que el uso de esta tecnología presenta para la educación creativa, analizando su potencial para transformar la forma en que los estudiantes desarrollan habilidades creativas, así como los riesgos éticos implicados.
Las Tres Caras de la Creatividad Artificial
En la obra A Monstrous Matter: The Three Faces of Artificial Creativity, Edgell (2024) describe tres caras o personalidades que encarna la creatividad artificial: el Trickster, el Surveyor y el Harbinger. Cada una de estas manifestaciones presenta tanto oportunidades como desafíos para el desarrollo de la creatividad en el contexto educativo.
– El Trickster (Tramposo): Es la faceta más desestabilizadora de la creatividad artificial. Aunque la IA puede generar contenido novedoso y útil, también tiene la tendencia a producir “alucinaciones” o información falsa, lo que pone en riesgo la confianza de los usuarios. Esto plantea serios desafíos éticos, particularmente en lo relacionado con la autoría y la originalidad de las creaciones artísticas. Las obras creadas por IA que parecen auténticas pueden engañar a los usuarios, erosionando la confianza en la IA como herramienta.
– El Surveyor (Inspector): Representa la medición precisa y la cuantificación. La IA puede ofrecer soluciones creativas de manera rápida y eficiente, pero existe el riesgo de que la eficiencia algorítmica dé prioridad a lo cuantitativo sobre lo cualitativo. Aspectos fundamentales del arte, como la intuición y la improvisación, corren el riesgo de ser marginados por la obsesión con la precisión y la velocidad.
– El Harbinger (Precursor): Anticipa futuros potenciales tanto utópicos como distópicos. Por un lado, la IA puede liberar a los humanos de tareas repetitivas, permitiendo una mayor dedicación a actividades verdaderamente creativas. Sin embargo, también existe el temor de que la dependencia de la IA pueda fomentar la complacencia humana, disminuyendo a largo plazo las capacidades creativas y cognitivas.
Desafíos Éticos y Futuro de la Creatividad
Uno de los principales desafíos éticos que presenta la IA generativa en la educación es el riesgo de que los estudiantes se vuelvan complacientes y menos inclinados a desarrollar habilidades creativas propias. La dependencia de la IA para generar ideas y soluciones puede llevar a una disminución en la motivación de los estudiantes para involucrarse activamente en el proceso creativo, lo cual podría impactar negativamente su identidad personal creativa.
Los educadores se enfrentan al desafío de integrar estas herramientas de manera que complementen, en lugar de suprimir, el desarrollo de las habilidades creativas humanas. La interacción entre estudiantes y herramientas como ChatGPT debe ser cuidadosamente guiada para evitar que los estudiantes se conviertan en consumidores pasivos de ideas generadas por IA. Para fomentar la creatividad, es fundamental diseñar actividades en las que la IA actúe como un trampolín para la generación de ideas, pero donde los estudiantes sigan siendo los actores principales en el proceso creativo.
Otra cuestión importante es la relevancia de la creación de significado en el proceso creativo. La IA, aunque puede generar obras visualmente atractivas, carece de la capacidad de experimentar y procesar significados intrínsecos, lo que refuerza la idea de que la creatividad humana y la artificial son fenómenos fundamentalmente distintos. En este sentido, el papel del educador es clave para asegurar que los estudiantes entiendan cómo diferenciar entre la creatividad asistida por IA y la creatividad propiamente humana, valorando la capacidad de crear significados profundos y personales.
Oportunidades de la IA en la Educación Creativa
La integración de la inteligencia artificial en la educación presenta una serie de oportunidades significativas para fomentar la innovación y mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Estas oportunidades se centran en facilitar el aprendizaje personalizado, potenciar la creatividad de los estudiantes y proporcionar herramientas que los capaciten para el futuro laboral de manera efectiva:
– Aprendizaje Personalizado: La IA permite adaptar el contenido y la velocidad del aprendizaje a las necesidades individuales de cada estudiante. Con el uso de algoritmos avanzados, se pueden identificar las fortalezas y debilidades de cada alumno, proporcionando recursos específicos que permitan una evolución más eficaz en el estímulo de su creatividad funcional. Esto ayuda a los estudiantes a desarrollar habilidades a su propio ritmo, lo cual es especialmente beneficioso para aquellos que requieren una mayor personalización en su educación.
– Creatividad Ampliada: Las herramientas de IA pueden servir como un trampolín para la generación de ideas, fomentando la creatividad de los estudiantes. Mediante la colaboración con sistemas generativos como ChatGPT, los estudiantes pueden explorar nuevas perspectivas y desarrollar ideas que de otra manera podrían haber pasado desapercibidas. La IA puede ayudar a los estudiantes a superar bloqueos creativos y visualizar soluciones innovadoras para problemas complejos.
– Acceso a Recursos y Colaboración Global: La IA también facilita el acceso a recursos educativos de alta calidad y a plataformas que permiten la colaboración entre estudiantes de diferentes partes del mundo. Esto amplía las oportunidades de aprendizaje y promueve la interacción intercultural, fundamental en un mundo cada vez más globalizado.
– Simulación de Escenarios y Resolución de Problemas: La IA puede utilizarse para simular escenarios complejos en entornos controlados, permitiendo a los estudiantes experimentar y aprender de manera práctica. Esta capacidad de practicar y resolver problemas en escenarios simulados contribuye al desarrollo de habilidades prácticas y a una comprensión más profunda de los conceptos teóricos.
– Preparación para el Futuro del Trabajo: Dado que la IA y otras tecnologías emergentes se están convirtiendo en elementos fundamentales del entorno laboral, la exposición a estas herramientas en el entorno educativo prepara mejor a los estudiantes para los desafíos del futuro. La IA puede ayudar a enseñar habilidades esenciales para el futuro mercado laboral, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas complejos y la adaptación a nuevas tecnologías.
Conclusión
El futuro de la creatividad en la era de la IA presenta una mezcla de oportunidades y riesgos. Mientras que la IA puede ofrecer herramientas poderosas para mejorar el proceso creativo, también plantea desafíos éticos significativos y riesgos para la identidad creativa humana. La clave para una integración exitosa de la IA en la educación es diseñar actividades que fomenten tanto la creatividad como el pensamiento crítico y ético, asegurándose de que los estudiantes no solo utilicen la tecnología, sino que también comprendan sus implicaciones y sepan cómo aplicarla de manera responsable y efectiva. Las decisiones que tomemos hoy determinarán si la IA será un Trickster que distorsiona la creatividad, un Surveyor que la mide y controla, o un Harbinger que anuncia una nueva era creativa para la humanidad.
Xavier Ferrer i Serra
Mudit.org CEO